domingo, 6 de mayo de 2007

Shade 2da parte

Viernes 6 de Febrero 2050.
01:06 a.m.Aurora online

Al llegar a Japón, fuimos recibidos por ese extraño tipo, Rintaro Asegawa. La primera vez que lo vi, me dio mala espina, no es el típico japonés que uno se imagina. La primera característica que sobresale de su persona es ser albino, luego su estatura casi dos metros de alto. Al estrechar manos con él medimos nuestras fuerzas por un segundo, fue impresionante, tiene una presencia que te opaca, te hace sentir como un debilucho. “Ashton-dono, es un placer conocer a mi igual en el ámbito de seguridad y protocolo” fueron sus palabras que mas bien sonaban como el siseo de una serpiente. –“el placer es mío, Asegawa-san, el placer es mío”

Por favor, acompáñenme caballeros, Toyotomi-sama los espera en la recepción. “debes tener cuidado con este tipo Derek, se nota que sabe lo que hace”, fue el comentario de Mortgarth. “lo sé, repliqué, sería un hueso muy duro de roer si tuviera que enfrentarlo…”

Y no me equivoqué, nunca lo hago al evaluar a un adversario, sus golpes tan fuertes, tan sobrehumanos. Aun después de haber eliminado a su séquito de guardias, no tuve muchas oportunidades al enfrentarme a él. Tan rápido, tan inesperado. No pude asestarle ni un solo golpe. Al cabo de un minuto mis pulmones ya estaban respirando fuego, mis brazos y piernas pesaban una tonelada. Termine colapsando, él me miró con desdén, se acercó a mi y me levantó del suelo por el cabello para luego arrojarme contra una pared. -“Ashton-Dono, su intrusión en nuestras instalaciones es imperdonable, pero a la vez de gran ayuda. Toshiro! Hanzo! Llévenlo al tercer sub-suelo”.

Aun no comprendía por qué no había sido eliminado de inmediato, pronto lo sabría y la respuesta me acompañaría por el resto de mi vida. “Ashton- Dono, su presencia nos servirá para probar un pequeño experimento que unos asociados míos tienen, pero para ello debemos prepararlo a ud. para que nos pueda ser verdaderamente útil en la investigación. Toshiro!! Mi katana”. Blandió su espada en frente de mi rostro dos veces, -“no me asustas con tu espada, Rintaro”. El jefe de protocolo me observó consternado y luego de una mueca señaló -“intimidarlo nunca fue mi intención, Ashton-Dono, tan solo cortarlo bien”. Después de eso, lo sentí, al igual que un ardor en mi cara el filo de la katana cortando en forma descendente a lo largo del lado derecho de mi rostro, cortando mi parpado y mi mejilla. La sangre no me dejaba ver bien por mi ojo derecho y justo cuando el shock me dejaba permanecer impávido, lo sentí una vez más, ese ardor, esta vez acompañado de un intenso dolor, era mi mano izquierda, amputada desde su muñeca. El dolor era tan intenso que sentí desfallecer, pero justo antes de eso, sentí ese líquido frío y de pungente aroma, lo reconocí en un segundo. Benceno, me habían roseado con benceno.

Rintaro acercó su rostro al mió, con una sonrisa macabra, me dijo: -“olvida tu vida hasta este momento, Ashton-dono, pues desde hoy en adelante has dejado de existir”. Luego solo sentí un calor abrasador y me desmayé.

El frió me despertó, había sido arrojado en un canal en las afueras de Tokio. No reparé en mi condición hasta que recordé lo que había ocurrido. Mi primera reacción fue ver mi mano amputada, mi gran sorpresa fue ver que ahora había sido reemplazada por una mano cibernética que funcionaba como si hubiese nacido con ella, luego lo recordé! El benceno y el calor!! Dios mío! Mi cuerpo estaba cubierto con una especie de armadura, no pude sacármela. Un panel que se encontraba en mi antebrazo derecho comenzó a destellar, un texto apareció en una pequeña pantalla. “Armadura de soporte vital funcionando” ¿Qué demonios había ocurrido con Rintaro y sus hombres? ¿Cómo sobreviví? ¿Quién instaló esta armadura en mi cuerpo y por qué? Tantas preguntas y solo un nombre se venia a mi mente “Rintaro Asegawa”.

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